domingo, 8 de marzo de 2009

LA DISTANCIA Y OTROS MALES SOCIALES…























ES COMO MIRARSE AL ESPEJO

La interacción humana muchas veces es un fiasco. Si cuesta tanto hacer llevadera la relación con terceros. A veces hasta con la familia cuesta.

Si cada cual tratase de aceptar al otro con sus virtudes y defectos y no andar siempre a la defensiva, esperando que se genere una conducta, una frase o una palabra tan sólo que justifique un trato distante, todo sería más armonioso y atractivo para todos.

No me extraña ya ver que el mundo está plagado de guerras, terrorismo y conductas indiferentes por el propio ser humano y su entorno, el individualismo nos ha vencido a todos y ya no es atractivo ser amigo del vecino, es mejor tratarlo como extraño.

Conozco personas que por el sólo hecho de no haber sido saludados por otro ya le dan un trato de enemigo, que cómo se le ocurre no saludar, que ha cambiado, que se le fueron los humos a la cabeza, que es un engreído y muchas tonteras más. Luego viene el pelambre descalificador y unas tantas cosas sin sentido. Y es que el chileno es inseguro y envidioso.

Otros, hacemos bromas un tanto pesadas y eso nos pone en lista negra, o decimos las cosas de frente y nos castigan por no ser hipócrita y no llevar un doble estandar. Me da lo mismo ser despreciado por ser como soy, pero convengamos en que no es algo menor lo que le pasa a muchos chilenos... si llega a dar pena... y al paso del tiempo nos resignamos a vivir lo que nos tocó.

En todo caso, la censura mayor es la distancia y como todo castigo, eso es como mirarse al espejo, si sonríes, el espejo te devuelve esa sonrisa, si lloras, igual, por lo tanto, lo que nos queda por hacer ante la distancia de otros, es aceptarla y dejar que esa distancia se haga real, por que al menos es franca y te dice claramente que no te quieren. Rogar por afectos y aprecios es una locura, si quien te da la espalda y en los hechos te dice que no desea verte cerca o se niega a tratarte con aprecio o respeto... no vale la pena quitarle el espejo.

No hay comentarios: