miércoles, 12 de noviembre de 2008

INFIELES LOS CHILENOS?


... Y LAS CHILENAS?

La palabra "infidelidad" cada día va perdiendo su carácter demoniaco. En la medida que se hace más frecuente, se vuelve el ciudadano más tolerante al fenómeno. Ser patas negras es un deporte nacional. Pero a la vez se acrecentan las reacciones violentas entre parejas disfuncionales. Los femicidios y la violencia intra familiar no son casualidad, hoy la mujer es cada día más infiel y más indiferente con el sentimiento de fidelidad que de ellas esperan sus parejas.

En un mundo globalizado, con mujeres más autosuficientes que ayer, el respeto al marido para evitar la soledad de la ruptura es un tema prescrito ya. Curiosamente la infidelidad está en el aire, como lo están el helio, el monoxido de carbono y otros tantos elementos que se topan con uno de vez en cuando. Y puede tratarse como una tentación o un vicio. Conozco personas para las cuales es un vicio aceptado.

Hay muchas mujeres que tienen marido para que les entreguen sus ingresos a fin de mes, pero parecen no ser los candidatos ideales para ser pareja sexual, muchos duermen separados, pero muchas llevan una vida sexual normal, y en ese caso el "cornudo" ni sospecha que su amada es la reina de las infieles. Total, siempre tiene alguna "actividad loable" que desarrollar el fin de semana mientras el hombre cuida los niños en casa. Y en la semana trabaja mucho, incluso de 14 a 16 horas, claro que no necesariamente en su lugar de trabajo: los moteles tienen más personal en ese turno...¿por qué será no?

El peligro está en que se confían muchas veces y recorren las calles céntricas de la ciudad de mini falda en compañía de un hombre más joven, con su carita llena de felicidad... y eso, lamentablemente es un acto descuidado. Y es que la pasión y el agrado de tener un amante más joven, tiene a las mujeres muy activas.

Hoy, es mejor cuidarse, por que mientras no salga una vacuna contra el VIH, ser infiel, ser patas negras, y ser gorreado, es un peligro para la sociedad, para la familia como núcleo fundamental de todo y lo que más importa... es un acto irresponsable que pone en riesgo a los hijos que pueden quedarse sin padres por un engaño.

Así es que mejor lo pensamos bien y llegar a la sabia conclusión de que compartir intimidad con quien lo hace con muchos... no es algo que valga la pena. Lo triste es que te puedes dar cuenta de ello demasiado tarde. En ese caso, arrepiéntete pecador y deja de hacerlo... así al menos te ganas el cielo.

1 comentario:

kami dijo...

uuufff tema peliagudo