miércoles, 23 de abril de 2008

QUERER... ¿ES PODER?


EL GRAN DILEMA EN NUESTRAS VIDAS


Siempre estamos deseando tantas cosas... unos más, otros menos, pero la vida se ha convertido en un sin fin de deseos. Como el deseo de la casa propia, el deseo de sacar una profesión para enfrentar la vida más protegido, el deseo de ser amado, el deseo de poder corresponder, y el gran deseo... el deseo de ser feliz. Y este último es un gran deseo por que seguro lo alcanzas si se cumplen todos tus demás deseos. Sin embargo esto de la felicidad es una quimera... una amiga mía tiene puesto en su nick del MSN la frase "casi feliz". Y le creo, por que nadie puede ser feliz ni tampoco tan infeliz. Y es que hay secretos para no ir a los extremos, por que todos sabemos que ambos extremos son malos.
Ser feliz supondría no tener mas que hacer en esta vida por que ya lo tienes todo, ya no necesitas luchar por algo o alguien. Una vida así seguro carece de sentido. Convengo en que hay destellos e instantes de felicidad, que nos llevan a la emoción, esas cosas o eventos que por momentos nos sorprenden grande y gratamente. De eso siempre hay en la vida de hasta el más depresivo y desafortunado sujeto.
Por su parte nadie puede ser siempre infeliz, pero si lo es, al menos sabe que más abajo no hay nada, es como estar en un hoyo... es lo que no puedes superar hacia abajo, solo queda salir de él y aprender de su pena.
Yo tambien deseo muchas cosas, deseo que mi hijo crezca sano y bueno, amoroso como hasta ahora y que llegue a ser mejor que yo y que no cometa mis errores. Deseo que mis amistades estén bien, que tengan trabajo mis hermanos y que mis viejitos puedan disfrutar al máximo estos sus ultimos años. Deseo no sufrir mucho cuando se vayan ... y deseo que alguien sea feliz. Sí, pero se que eso cuesta, por que me habría gustado estar ahí en cada uno de sus momentos felices. El destino a veces no nos permite fantasías y eso nos aleja de los seres alegres que deseamos tener cerca. Si a veces la vida de pareja nos impide conservar amistades y personas especiales, por egoísmos o inseguridades.
Ya me he convencido que querer no es siempre poder, por que el poder corrompe y deja hueyas y heridas a su paso. Sí, el poder es nuestro siempre, pero al usarlo a plenitud siempre deja a alguien infeliz o en el abismo. Entonces uno siempre se enfrenta a este dilema: "¿puedo ser feliz a costa de la infelicidad de otros?"... muchos tienen la respuesta en menos de 5 segundos... a otros les lleva más tiempo o se lo pasan toda una vida sin saber la respuesta. Entonces los caminos de esta vida son muchos, pero los propósitos no tantos. Tratemos de ser felices, que en eso nos lleva la vida... en sólo tratar. Conseguirlo es una decisión divina.

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