viernes, 19 de agosto de 2011

OPINOLOGUEANDO


LA GENTE... MI GENTE

Que abismante resultan ser las diferencias entre personas que, habiendo crecido juntos, en la adolescencia terminal se distancian físicamente por cosas de la vida, ya saben, estudios, trabajo, matrimonio, etc.

Y si a eso sumamos algunas "maldiciones" anexas, la cosa es peor. Por ejemplo, la "maldición del hermano mayor", la "maldición del hermano depresivo", la "maldición del hermano del medio", por nombrar algunas.

La primera de las mencionadas es la que me abruma por estos días, cuando tu hermano mayor no se escurre que ya eres viejo y que no puede pretender corregirte como cuando eras pequeño y que por otra parte no deseas parecerte a él como pudo ser en tu infancia. Pero se empeñan en insistir en ello y al final te fastidian el momento o el día entero.

Parece natural entonces, y muy necesario y casi indispensable, que los hermanos se distancien un poco, que se "auto-determinen" y que alcancen su madurez emocional, material y espiritual sin esas maldiciones.

Al final, son los padres ya seniles la amalgama que los mantienen unidos y que les recuerdan, de una vez por todas, que los que mandan toda la parvada son ellos y no sus "cabros chicos"... y debe ser así, por que si de algo estoy convencido, es de que "me mando solo" y que si existe alguien a quien le obedeceré alguna vez, sólo será a ellos...y que los demás se jodan, por que ya soy viejo y nadie me dirá cómo ser y como hacer las cosas. Amén.

2 comentarios:

Anne dijo...

Mmmm, Ivan!!!!!!!!!!, he leido con detenimiento, sabes, todos tenemos nuestro karma, lo único que te puedo decir, primero, no sos nada viejo!!!, segundo, cada quien es dueño de su vida , de sus opiniones, de sus elecciones, alegrías, emociones, nadie puede contra eso, porque a pesar de los lazos de sangre, todos somos seres independientes, y no solo tenemos el derecho a serlo, tenemos la obligación. Muchos cariños!!!!! a toda la familia

Diosa De Los Bosques dijo...

Vengo desde mi bosque en busca de mundos diferentes y me encuentro con esta casa que me a echo reflexionar... Creo que lo que nos acabas de relatar es la vida en su pura esencia, pero es así...Los padres en muchas ocasiones mantienen unidos a los hijos hasta que les llega su hora y nos abandonas... y es cuando llega la des unión entre hermanos.
Todo un placer entrar en tu casita en la cual si seme lo permite volveré...

Un saludo de Diosa De Los Bosques.