lunes, 23 de junio de 2008

"NOS VEMOS A LA HORA DE ALMUERZO"


CRÓNICAS DE CONDUCTAS INFIELES. PRIMERA PARTE.

Debo aclarar que estas crónicas son el recaudo de lo que veo y escucho...no de lo que hago. (ja,ja).

En esta ciudad vendita, sobre poblada de vehículos usados y 4x4 manejados por mujeres para ir al mall o a la zofri, las calles pueden ser testigos de un sin fin de conductas humanas un tanto pintorescas o morbosas. Algunos prominentes sujetos, dueños de su tiempo y su vida privada, no conformes con tener una sola mujer, sacan cuentas y deciden aprovechar las matemáticas favorables en la invasión de sexos. Por que es verdad que en este mundo existen más mujeres que hombres, y si sumamos los homosexuales, menor aún es el número de machos disponibles para las amorosas féminas en edad de merecer. Estos verdaderos seguidores de Pitágoras, deciden entonces colaborar con las damas aburridas de estar solas y se deciden a conquistarlas o a dejarse conquistar, en muchos casos; por que no se a quién se le ocurrió que los hombres somos los que seducimos a las mujeres, si en realidad es al revés... No importando el tema, la cosa es que al final terminan compartiendo sus vidas con más de una hembra y tratan por todos los medios de seguir en ese estado un tanto reprochable por esta sociedad occidental, pero aceptado por muchos hombres que se sienten más machos así que con una sola mujer a su lado o por último se resignan a obtener en más de una mujer lo que una sola no es capaz de brindarles. Ni modo... así no más son las cosas, pero de seguro que si la infidelidad existe, es por que hay muchas razones para ello y son la mayoría aceptadas y justificadas por las propias mujeres, de lo contrario no existirían las numerosas amantes, como está probado, muchas de ellas con la velada ilusión de desplazar a la cónyuge y ocupar algún día su lugar. Otras tantas, simplemente consideran que conseguir pareja es una especie de guerra con sus pares y están dispuestas a tomar las armas y ganar cualquier batalla para obtener la victoria final, conseguir al hombre que les interesa, sea casado, soltero, separado...da lo mismo... es el escogido y punto.

Entonces, empieza ese juego sicológico de dar y entregar... cuánto me das tu si yo soy tu amante... y las citas son secretas, entre cuatro paredes, en un bar poco concurrido, lejos de la ciudad, en otra región, y especialmente, desde la parada del vehículo, hasta el motel. Pero esto no basta... el hombre o mujer comprometido, generalmente es esclavo de un horario de llegada a casa y lamentablemente muy cercano a su horario de salida del trabajo. Entonces cuesta mucho tener un momento de intimidad con la o el amante. Por eso ya lo saben los dueños de moteles... que su clientela más abundante, los infieles, los visitan a la hora de almuerzo... y aunque pasen hambre y en la noche nadie entienda por que llega con tanto apetito, revisando lo que haya en el refrigerador o la cocina... al parecer vale la pena el sacrificio, y como no, si a esa hora nadie sospecha de nadie... si todos a esa hora se alimentan... excepto ellos, los amantes... que a esa hora alimentan su apetito de amor, pasión y locura.... no lo tomen a mal... todo es posible... y mañana nos encontramos a la hora de almuerzo... en donde ya sabes... y a la misma hora de ayer.

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