LA MODA DE HOY
Por qué será que siempre nos acordamos de nuestros padres cuando nos ocurre algo ingrato. Y es que siempre ellos, con su infinito amor, tratan de protegernos de las cosas y experiencias que nos hagan caer desde donde nos dejan tras una ardua crianza.
Elegir pareja, por ejemplo, es algo que está quedando en el pasado. Hoy mejor se experimenta... y como dicen por ahí, si me caigo mil veces... otras mil me pongo de pie. Parece que existe una tendencia a ser una esponja de experiencias, sean buenas o malas... da igual... al final de todo se aprende y tener curriculum, historial o prontuario, da lo mismo. Antiguamente las mujeres se sentían orgullosas de ofrecerle al hombre de sus sueños su virginidad y su falta de experiencia en asuntos eróticos. Hoy ese regalo no existe en la tienda del amor... cargamos con nuestro pasado, aunque sea tórrido sin preocuparnos siquiera por el qué dirán o por esa frase añeja de la gente de antes de "ser merecedor de alguien".
Hoy la tecnología nos permite tantas travesuras que a veces no dimensionamos y que a la larga pueden dañar la imagen de alguien. Ya no existen telefonos celulares sin camara y eso significa que en un encuentro casual, no falta el ocioso que fotografía o filma a "la premiada del fin de semana" en su "cita hot" y luego la sube sin la menor consideración al "Youtube". Si basta con poner un nombre y ya te enteras de cosas que antes eran "vida privada".
Así las cosas... debo confesar que estos tiempos de la globalización, de la mano de la masificación de internet, me agradan sólo por que sacian mis deseos de información... Si de casi todo lo que pasa en mi entorno me entero por la red. Lo malo es que si eliges mal con quien juntarte, como le pasó a una conocida mía, puedes volverte estrella erótica de la red, sin siquiera proponértelo. Y lo peor de eso, es que élla jamás quiso ser tan conocida.
Así es que la pregunta se plantea aquí... ¿quieres seguir experimentando con tus experiencias íntimas... o mejor te decides a elegir... y elegir bien...?, tomando en cuenta esas cosas que talvés tus padres te pueden decir, basados en su experiencia y ojo clínico... por que como dicen por ahí, las madres poco se equivocan respecto de sus yernos... o al menos algo parecido.
Elegir pareja, por ejemplo, es algo que está quedando en el pasado. Hoy mejor se experimenta... y como dicen por ahí, si me caigo mil veces... otras mil me pongo de pie. Parece que existe una tendencia a ser una esponja de experiencias, sean buenas o malas... da igual... al final de todo se aprende y tener curriculum, historial o prontuario, da lo mismo. Antiguamente las mujeres se sentían orgullosas de ofrecerle al hombre de sus sueños su virginidad y su falta de experiencia en asuntos eróticos. Hoy ese regalo no existe en la tienda del amor... cargamos con nuestro pasado, aunque sea tórrido sin preocuparnos siquiera por el qué dirán o por esa frase añeja de la gente de antes de "ser merecedor de alguien".
Hoy la tecnología nos permite tantas travesuras que a veces no dimensionamos y que a la larga pueden dañar la imagen de alguien. Ya no existen telefonos celulares sin camara y eso significa que en un encuentro casual, no falta el ocioso que fotografía o filma a "la premiada del fin de semana" en su "cita hot" y luego la sube sin la menor consideración al "Youtube". Si basta con poner un nombre y ya te enteras de cosas que antes eran "vida privada".
Así las cosas... debo confesar que estos tiempos de la globalización, de la mano de la masificación de internet, me agradan sólo por que sacian mis deseos de información... Si de casi todo lo que pasa en mi entorno me entero por la red. Lo malo es que si eliges mal con quien juntarte, como le pasó a una conocida mía, puedes volverte estrella erótica de la red, sin siquiera proponértelo. Y lo peor de eso, es que élla jamás quiso ser tan conocida.
Así es que la pregunta se plantea aquí... ¿quieres seguir experimentando con tus experiencias íntimas... o mejor te decides a elegir... y elegir bien...?, tomando en cuenta esas cosas que talvés tus padres te pueden decir, basados en su experiencia y ojo clínico... por que como dicen por ahí, las madres poco se equivocan respecto de sus yernos... o al menos algo parecido.
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