viernes, 13 de junio de 2008

EL TIEMPO PASA...


Y NOS VAMOS PONIENDO VIEJOS

Hoy cumplí años... no pocos... ni muchos. Como suele decirse, los años no pasan en vano... siempre son mejores que peores. Llegada esta etapa en mi vida, me he planteado la siguiente problemática: ¿qué quiero de mi vida? Esta es una pregunta interior frecuente en estos tiempos, por que al parecer las cartas están tiradas y nos queda sólo decidir el rumbo. Entre tanta opción, llego a dos posibles caminos: uno que llamaré "Material", plagado de esfuerzos laborales y negocios que tiene como único norte encontrar al final del mismo un bienestar económico a como de lugar. Si es menester pasaremos sobre el resto y sus sueños para conseguir el objetivo. Que no me digan nada, que me dejen alcanzar el éxito profesional... una buena casa en barrio alto, un coche del año... fiestas, amigos y gustos caros que me lleven al éxtasis insaciable del consumismo.
El otro camino, lo llamaré "sensitivo", y está tras una ancha y elevada pared o muro, que sólo queda escalar peligrosamente para superarla. Tras ella hay un mundo desconocido pero ausente de lujos y vida social intensa, por que privilegia una vida quieta y en estrecha comunión con infinidad de mundos mas pequeños que nacen y mueren con cada sujeto según sus deseos y oportunidades. Es un orbe extraño, pero asegura un incierto rumbo y destino junto a los seres que realmente quieres. En él sólo queda experimentar y acoger experiencias y situaciones desconocidas pero siempre llenas de esperanzas e ilusiones de un mundo mejor... aunque sólo para mí y mis seres queridos, que son pocos.
Elegir será un proceso... que ya inició en mi vida hace rato y creo saber para donde va. Lo noto cuando llega a mi despacho una persona con sus problemas y soy incapaz de pensar en mi bolsillo. Lo noto cuando veo a otros conseguir dinero fácil y siento repugnancia. Lo veo también cuando descubro con pesar, que nada de lo que hagas vale para terceros si no te aprecian de antes. Visto así... me cuesta poco refugiarme tras un muro potente y difícil de cruzar, pero es gratificante ver que existen algunas personas que sin grandes invitaciones están dispuestas a seguirme hasta un mundo de escenario incierto pero cubierto por un cielo claro y un orizonte sin dinero, sin apariencias, sólo con cariño y buenas vibras. Al final, perseguir sueños dorados sólo trae soledad y angustia por mantenerlos. Prefiero hacer de mi vida un largo sueño en un sinfín de escenarios diferentes, talvés humildes y con butacas de madera, pero con real sentimiento y excelente puesta en escena que impresione, y que deje ese sabor dulce de haber conseguido dejar huella y no pasar sólo por pasar y dejar un montón de cosas que otros se pelearán como jauría ambrienta. Lo material atrae como imán lo vano, lo que siempre he odiado, gente interesada que te sonríe y abraza sólo sintiend0 ese lujurioso sentimiento llamado por todos "interés"... palabra que describe muy bien las ganancias fáciles de un negocio injusto. En conclusión, el mundo material es el más fácil. El camino sensitivo... no tiene fin. Elegir para mí no es una opción... es mi destino.

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