RECORDANDO SENTIMIENTOS
Hace ya mucho tiempo dejé mis sentimientos en un mundo que era nuevo para mí. Me vi en la tremenda problemática de dilucidar si existe diferencia entre la ilusión y el amor. Cuando uno es joven tiende a confundir los sentimientos y suele colocar en un mismo saco todo, por que entonces lo único que importa es sentir... y sentir intenso es amor... y quieres decirlo y no guardarlo. Siempre busqué la explicación científica al sentimiento que nos mueve tanto, y descubrì que todo lo que se dice por los cientìficos puede ser cierto, pero en el momento los partícipes no tienen como averiguarlo. Que se dilatan las pupilas, que cambia el tono de voz, que nos volvemos màs habladores nerviosos, la sensación de vértigo en la panza...todo eso me parecìa incomprobable, por que lo que realmente interesa es saber si la otra persona está sintiendo igual que tu... y eso, tristemente es imposible. Quien pierde la cabeza por el otro debe saber que pierde la partida, por que nunca ambas partes sienten idéntico, y es seguro que si tu sientes mucho, ella siente poco.
Y descubrì tambièn que la persona que amaba era en la ùltima en quien pensaba antes de dormirme cada dìa. Y cuando se lo dije, por esa extraña y absurda necesidad de no callarlo, pude ser el hombre màs infeliz sobre la tierra al darme cuenta de lo que después se me vino por ser sincero. Era casi imposible explicarse cómo una mujer puede hacerte sentir que haces mal en quererla y que debes uìr como un delincuente de ella para acabar el tormento. Qué diferente sería si acogen con cariño y delicada dulzura tu corazón, a esas alturas entregado por entero a la discreción agena, si trás una declaración de amor, no hay peor abismo que el brusco rechazo.La vida te enseña dolorosamente que el amor, la ilusión y la desilusión, son talvés cosas diferentes, pero lo que si sé es que se suceden muy de cerca todas ellas. Enterrar el dolor de una mala reacción ante la sinceridad absurda del enamorado, me llevó años... asi es que nunca más he vuelto a decir con tanta sinceridad a una mujer que ella es la última persona en quien pienso todas las noches antes de dormirme, por que comprendí que las parejas se conquistan no con amor, sino con estrategia y engañoso romanticismo, por que lo que sí recuerdo es que entonces fui el hombre màs enamorado del mundo, pero a la vez el menos galán y el más estúpido de todos.
Qué pena... al final el amor intenso, ese que te ocupa la mente las 24 horas del día, inevitablemente te trae amargura... tristeza y muchas horas de abandonada reflexión. Pero sabes que estás vivo y debes sobreponerte... que el tiempo hará el resto... aunque otras tengan que pagar por ello.
Y descubrì tambièn que la persona que amaba era en la ùltima en quien pensaba antes de dormirme cada dìa. Y cuando se lo dije, por esa extraña y absurda necesidad de no callarlo, pude ser el hombre màs infeliz sobre la tierra al darme cuenta de lo que después se me vino por ser sincero. Era casi imposible explicarse cómo una mujer puede hacerte sentir que haces mal en quererla y que debes uìr como un delincuente de ella para acabar el tormento. Qué diferente sería si acogen con cariño y delicada dulzura tu corazón, a esas alturas entregado por entero a la discreción agena, si trás una declaración de amor, no hay peor abismo que el brusco rechazo.La vida te enseña dolorosamente que el amor, la ilusión y la desilusión, son talvés cosas diferentes, pero lo que si sé es que se suceden muy de cerca todas ellas. Enterrar el dolor de una mala reacción ante la sinceridad absurda del enamorado, me llevó años... asi es que nunca más he vuelto a decir con tanta sinceridad a una mujer que ella es la última persona en quien pienso todas las noches antes de dormirme, por que comprendí que las parejas se conquistan no con amor, sino con estrategia y engañoso romanticismo, por que lo que sí recuerdo es que entonces fui el hombre màs enamorado del mundo, pero a la vez el menos galán y el más estúpido de todos.
Qué pena... al final el amor intenso, ese que te ocupa la mente las 24 horas del día, inevitablemente te trae amargura... tristeza y muchas horas de abandonada reflexión. Pero sabes que estás vivo y debes sobreponerte... que el tiempo hará el resto... aunque otras tengan que pagar por ello.
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